Concurrencia de seguros

Como ya os hemos contado más veces, tanto las compañías aseguradoras, como los corredores de seguros utilizan una terminología propia, que, en ocasiones, si no se explican correctamente, pueden confundir al usuario.

Uno de esos términos técnicos que utilizamos tanto los corredores de seguros como las compañías aseguradoras es la concurrencia de seguros, pero, ¿en qué consiste?

La concurrencia de seguros.

La concurrencia de seguros es una situación que se da cuando un mismo objeto está protegido por varios seguros del mismo tipo. En principio la idea puede parecer buena: tenemos un objeto cubierto con dos seguros con lo que en caso de siniestro recibiremos el doble de indemnización. Por poner un ejemplo, si tenemos un coche asegurado con dos compañías distintas y sufrimos un siniestro, podríamos recibir una indemnización superior al valor real del coche siniestrado.

La concurrencia de seguros evita que el asegurado se lucre indebidamente. Puede tener varias pólizas asegurando el mismo bien (con lo que se produce una concurrencia de seguros) pero cada aseguradora, si ocurre un percance, pagará la parte proporcional correspondiente, de manera que las indemnizaciones de las distintas pólizas no superen el valor real del objeto.

¿Cuándo si es posible la concurrencia de seguros?

Hay casos, como en los seguros de accidentes o de vida en los que sí se puede producir la concurrencia de seguros, y, por ejemplo, si sufrimos un accidente y tenemos varias pólizas que cubran este supuesto, recibir indemnizaciones por cada una de las pólizas, sin estar limitada la cantidad. Ocurre igualmente con los seguros de vida: en caso de fallecimiento del titular de la póliza, sus herederos podrían recibir indemnizaciones por cada póliza suscrita o los seguros de decesos, en los que, si se diera el caso de contar con varias pólizas, la compañía aseguradora que no hubiera podido cumplir con los servicios funerarios estará obligada al pago de la suma asegurada a los herederos.